At beach.

Astrid estaba sentada en la playa, con las rodillas abrazadas y la barbilla apoyada en estas. Aquella mañana se había vestido a toda prisa. Tengo que ir guay, había pensado mientras abría el armario. El pantalón corto amarillo y la camiseta blanca hacían una buena elección, con las playeras de colores que ahora estaban a su lado. Se había pasado la noche en la playa, dejando que su mente vagara. Ahora, en pleno amanecer, su mente estaba más que adormilada.
- Venga, loca, vámonos a casa.
Emerick había vuelto otra vez, con una chaqueta puesta y una para ella en la mano. Se paró a su lado, arrodillándose, y le dió un beso fugaz en la mejilla, tras lo que, rompiendo a reir, comenzó a correr por la arena con las playeras de ella en la mano. Ast se levantó rápidamente lanzándose hasta el abrazándole, impidiendo que escapara. Entre risas se calzó las playeras y Emer le rodeó los hombros con un brazo tras ayudarle a ponerse la chaqueta. Y, cuando el sol salió del todo, ellos caminaban por el paseo marítimo entre empujones y risas.

Tonto, pero le quiero así.