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sábado

Que jodido es querer morirse y no poder.

- No puedo ver nada cuando lo intento. – su suave voz pareció rebotar contra el viento, tan dulce que llegaba a hacerse la boca agua al escucharla, mientras que sus ojos poseían esa mirada perdida que había tenido desde que era solo una niña enfrentándose a su destino, solo que esta vez ya empezaban a oscurecerse.

- ¿A que te refieres, A? 

- No vienen a mí, se quedan estancadas, a mí, que te contaba todo el futuro que quisieras saber al igual que un niño cuando le preguntan cómo se imagina de mayor, y ahora lo intento y no veo nada, ni a ti ni a mí ni a nadie. Que no lo veo negro ni blanco, ni todo destruido, es que no veo nada, me duelen los ojos de intentar mirar y no poder hacerlo, y me lo dijeron, me dijeron que acabaría mal, y aquí estamos, el claro ejemplo de no hacer nada y acabar mal, pero no quiero que sea así, no quiero… - sus ojos cada vez se veían más negros, el iris y la pupila eran ya lo mismo, y él sabía que intentaba que las visiones acudieran a ella, y que la descarga de energía que le abrasó la mano era la habitual.

- Para ya, Alma, estás volviendo a hacerte daño y no puedes. 

- ¿Y si no es mi fin sino el tuyo también? Que todo se va a ir a la mierda por mi, joder, y lo sabes. – el suelo comenzó a temblar, su voz ya no era tan dulce, sino que pasó a ser demasiado grave para su cuerpo, y los ojos ahora eran cuentas totalmente negras que destacaban con precisión en su rostro blanquecino. – Yo acabo con todo, moriré y el resto morirá conmigo, no quedará nada, y quiero morirme Oriente, quiero acabar ya con todo, pero me duele más la idea de llevarte a ti en el camino a la destrucción.


Dejó la energía correr por entre sus poros, dejándose caer ruidosamente sobre el suelo, de cualquier manera, acabando acurrucada entre los fuertes brazos de él, sollozando, mientras veía como Oriente agarraba su mano para hacerle un corte con la suya, lo suficientemente profundo para que la sangre corriera por sus dedos, cayendo sobre la mano de él y al suelo, provocando que este se desfragmentara en pocos segundos allí donde la sangre había caído. 

- Tú ocúpate de no sangrar, Alma, y yo me encargaré de que cuando lo hagas tu sangre no provoque el apocalipsis. Encontraré la manera de salvarte de todo esto sin destruir nada. 

- Excepto a mí…
- Si, excepto a ti.

PD: En proceso de estudiar como una loca, me vienen las mejores ideas
para escribir, ¡gracias inspiración! Y me está jodiendo ya lo de apenas
poder pasarme por los blogs, gracias por seguirme leyendo igual :)

11 comentarios:

dreamer dijo...

No puedes parar de escribir esto.. las ideas que transmites son reales, y eso hace que me estremezca cada vez que te leo. Es genial, en serio.

derramada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
derramada dijo...

Provocas mucho al leerte. Afloran sensaciones, eso no lo consigue mucha gente. Y me gusta mucho. :)
Besos gigantes

sgs dijo...

Son dos, son uno, son un todo, y por eso no hay que dejarse caer.

Laura Wellington dijo...

¡Gracias por tu comentario!
Te sigo :)

DANI dijo...

La jodida inspiración viene cuando menos te lo esperas ja ja ja. No despistes, estudia ;)))


El texto es genial, muy, muy, muy crudo, pero gelia ;)

Besos con suerte

hellfire ✚ dijo...

el blog esa hermoso ,me gusta como escribes ,pasate por el mio cuando quieras
http://alasalvientoh.blogspot.com/

te sigoo <3

Marta. dijo...

ME HA ENAMORADO, y si en mayusculas porque es demasiado te has autosuperado

Anónimo dijo...

me encanta tu inspiracion, aunk no te deje estudiar :p
muuuaaaa

Anónimo dijo...

Increíble lo buenos que son tus textos. Pero gustándote el principito, ya se ve que tienes una personalidad increíble :)

poetadebotella dijo...

me gusta el texto!:)
jajaja esa letras rojas me suenan mucho...cuanto mas tienes qe estudiar mejores textos te salen, eso es así...
suerte, muah!