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viernes

Las princesas también pueden querer a un bicho, porque este bicho es perfecto.

La película comenzó, con el lago anaranjado como primera escena, mientras los pájaros volaban por encima. Ast cerró los ojos mientras con su mano buscaba la mano de Ryan, sonriendo, para volver a abrirlos en cuanto sus manos quedaron entrelazadas. La escena trancurría entre el parque de atracciones y las miradas que ellos dos se lanzaban, sonriendo con ganas. Su primera película juntos, tirados en aquel sofá viejo de la casa de Ast, tapados con la manta de estampado de vaca. Ella se acurrucó un poco más contra él, notando como sus manos se soltaban, pasándolas él por su espalda, en un abrazo sencillo que le infundía calor a ella. Ryan sonreía, mirando la televisión, mientras la escena del paso de peatones llegaba, sabiendo que esa era la preferida de Ast, momento en el cual bajó la cabeza un momento para darle un beso en la sien, uno de esos besos cariñosos que eran más una caricia que un beso.
Y siguieron así toda la película, acurrucados en los brazos del otro, sonriendo, incluso en ese momento en el que Ast, como siempre, terminaba llorando en pleno final, pero en esa ocasión tenía a Ryan para hacerla sonreir bajo las lágrimas con un abrazo y un "Te quiero princesa".


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