#

martes

No hace falta gasolina.

Me impulso con palabras como si fuesen el combustible que hace funcionar mi motor interno. No funciono con amor, ni con amistad, ni con abrazos ni con besos, y mucho menos con golpes, agravios o dolor. Mi única fuerza en la vida son las palabras, esas que se expresan por el aire y que suenan como susurros de primavera. Si quieres te guardo un extracto de palabra, buscaré una bonita, una que haga que salga una de esas sonrisas bonitas que muestran tu hoyuelo izquierdo. Solo prométeme una cosa, que nunca dejarás de hacer fluir las palabras, hasta que lleguen al fin del mundo, al fin de nuestro mundo.

No hay comentarios: