No lo intentes, ni yo misma me entiendo hoy.

juro que busco escribir algo que haga llorar, de esto que vas por la mitad y tienes que dejar de leer porque las lágrimas empañan tus ojos y ya no eres capaz de distinguir una letra de un espacio en blanco. quiero dejar al mundo tocado, tan tocado como parece ser que lo estoy yo. quiero dejar claro toda la mierda que se me pasa por la cabeza en silencio, como una cobra que repta por el suelo y de pronto aparece a tus pies para darte lo mejor que tiene en su opinión, dejar todo y dárselo a alguien, al menos alquilárselo. siempre lo pensé, alquilar pensamientos. un pensamiento alegre a alguien que tal vez piensa que la vida se le escapa entre los dedos, uno triste a alguien jodidamente feliz que desee un momento de tristeza melancólica para derramar algunos resquemores, y pensamientos por doquier repartidos en pequeños montones en la calle, para que la gente pueda acceder a ellos. mucho abrazo gratis y tonterías así, pero los problemas seguimos teniéndolos nosotros, no veo a nadie que me diga, eh, déjame a mi lo de tu enamoramiento, que te lo soluciono rápido, o alguien que se preste a llorar como tonto en cualquier película, pero no, están ahí, intentan ayudarte, pero no se quedan con tus problemas. supongo que los tendrán peores o pensarán que los tienen. pero claro, después está el momento de pensar que parece que soy más débil que los demás, que todo me queda grande, que hasta el más mínimo pensamiento que pueda alquilar de otra persona podrá reventarme todos los esquemas y dejarme en un coma inducido por las pocas ganas de seguir.


(no puedo con tantas sonrisas y tantos sentimientos fatalísticos. no te necesito a ti, necesito a alguien como tú.)