en la calle el aire vigilaba tranquilo las hojas de los árboles, y la carretera se veía desierta. el sol asomaba sus primeros rayos por encima de los edificios, dejando que el cielo se tiña de azul sin remedio, y las nubes escapan poco a poco hacia el norte, lentas pero seguras, aunque dejaban algún pequeño recóndito trozo para adornar junto al sol. el vaho de su aliento se quedaba impreso en el cristal, mientras se dedicaba a marcar sus huellas digitales en él, viendo como cada vez parecía haber una cosa diferente. al rato, girándose, se quedó mirándole, acostado boca abajo, con el edredón puesto de cualquier manera sobre él, y el omóplato izquierdo totalmente expuesto. ¡menos mal que la calefacción es de las buenas! pensó reprimiendo morderse el labio al ver su piel.
se acercó con lentitud a la cama, como si estuviese contando los seis pasos que había pequeños desde la ventana hasta el borde, y dejó que las rodillas contuviesen todo su peso sobre las sábanas y el colchón. con pequeños soplos dejó escapar su aliento sobre tu omóplato, lentamente, continuamente, dejando que la piel se pusiese de gallina, y en un momento dado, presionó su dedo índice derecho en el centro de su piel, escuchándole hablar contra la almohada. durante un buen rato detuvo su tiempo a su lado, con su dedo en la piel y el vaho de su aliento transformado en escalofrío inmenso, para después apartar su mano como si las descargas eléctricas pudiesen ser de alto voltaje, y presionó su boca al filo de su piel.
12 comentarios:
que perfecto! me ha encantado mucho! :)
un beso!
Vaya... conseguir este efecto desde un omóplato... me encantó. :)
Me encantó
Un beso
Me encanta tu blog
Tremendo =)
Una forma muy profunda de narrar :)
Muy poético. Me gusta :)
así, como quien no quiere la cosa
Mmmmmmmmmmmmmuá.
narras muy muy bien, enserio :)
xxx
PERO QUE BONITO!
me encanta! sobre todo la ultima frase...O.o
Solo diré: (L)
Me encanta!
Un besito enorme guapa!
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