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miércoles

cada uno tiene sus propios pensamientos y opiniones; que no nos quiten eso.

Lo he dicho mil veces, vivimos en un país en el que la libertad de expresión y el respeto están muy confundidos entre ellos, y de lo primero tenemos de sobra, y de lo segundo escaseamos como el agua en el desierto. Pocos saben dar sus opiniones sin intentar imponerselas al de al lado, sin elevar la voz para que se le escuche mejor, y sin dejar terminar al otro para que lo nuestro se incruste en sus ideas. Pero, ¿qué es el respeto que pedimos y el que ofrecemos? Para cada uno mil cosas diferentes. Y yo, siempre he hablado desde el respeto cuando me he metido en algún debate o en alguna conversación en la que las opiniones sean diferentes y diversas. Y ahora veo tan poco respeto pululando por ahí, que me hierve la sangre y tengo ganas de gritar a todo el mundo que "las ideas son de cada uno y no hay una idea universal para cada cosa"; muy filosófico todo. Y como he dicho arriba, cada uno tiene sus propios pensamientos y opiniones, y aquí dejo las mías, respecto a unos temas que están en la actualidad, desde todo el respeto que yo considero necesario. 
El país está jodido, en todo el explendor de la palabra jodido. El año pasado se pedía un cambio para solucionar todo y que las cosas resultaran diferentes, y el cambio, para mi, fue peor. Porque mejor malo conocido que bueno por conocer, como decían nuestros abuelos y abuelas en sus refranes populares. Tenemos un gobierno que, a base de medidas y recortes en vez de salvar la economía, parece que está hundiendo al país. No consiguen mejoras con sus medidas, y tampoco obtienen el apoyo del pueblo. Pero, yo me pregunto, ¿donde están esas personas que votaron para este cambio? ¿se han agachado y por eso no se sabe nada de ellas? Todo el país está furioso e indignado, y de repente, nadie ha votado por el gobierno actual. Si queríamos cambios, los tenemos. Y, de algún modo, no hacemos nada para volver a cambiar las cosas, para pedir un país mejor. Nos dicen "Vamos a subir el IVA, aunque hace un par de años que nos quejamos como cabrones de que eso no iba a solucionar nada y a pesar de que prometimos no hacerlo nosotros". ¿Y qué hacemos nosotros? Nos quejamos un par de días, y después pasamos a decirnos a nosotros mismos "Bah, ya cambiarán las cosas". 
Quejarnos, qué bien se nos da en este país el quejarnos. Nos quejamos del gobierno, de la economía, de lo que cobra uno o de lo que cobra otro, de que el perro del vecino ladra y nos nos deja dormir la siesta o ver tal cosa en la televisión, de lo que la vecina de enfrente se ha gastado en la peluquería mientras otro solo consigue tener pan para comer, de que tal se ha comprado un coche nuevo tal y como están las cosas... Quejarnos. Es lo único que veo que hagamos, quejarnos y añadirle críticas sin respeto ninguno. 
Hablemos de temas totalmente actuales respecto a eso. La Selección Española y los incendios que están arrasando hectáreas en la Comunidad Valenciana. Pero por separado, no voy a mezclar. Porque hay una cosa que tengo clara, al menos yo. España, y cualquier país o nación que se precie, se diferencia en varias cosas. Se diferencia en POLÍTICA, y en ECONOMÍA, y en CULTURA, y en DEPORTES, y en diversas cosas más, las cuales no debemos mezclar. Pueden influir ligeramente, pero nunca mezclarse. No debemos mezclar la cultura con la economía, o los deportes con la política. Tenemos que aprender a separarlos, igual que separamos las sábanas que cubren el colchón, la que cubre la almohada y la que nos cubre a nosotros al dormir. 
Con todo el tema de la victoria de la Selección Española en la Eurocopa, todo el mundo parece haber encontrado un motivo más por el cual alzar la voz, dar uso a esa libertad de expresión tan adorada, y comerse el respeto al desayuno para no mostrarlo. Bien es cierto que en el tema DEPORTES, nuestro país destaca en una amplia selección de ellos, y creo que es un factor del cual estar orgullosos. Tal vez ese niño al que vemos alguna tarde en el parque del pueblo dando patadas a un balón con su abuelo o algún familiar, sea algún día un futbolista reconocido, o esa chiquilla que acapara una buena parte de la piscina y que siempre está haciendo cosas que no entienden sea algún día una medallista olímpica en alguna competición. Tal vez a ti, que estás leyendo esto, no te gusta el fútbol, y puede ser que en unos años, tengas un hijo o una hija con verdadera pasión hacia este deporte, y tu seas ese padre o madre orgulloso que grita como el que más en los partidos. ¿Que si yo estoy orgullosa de los deportistas españoles? Pues claro, y lo diré siempre, con todo el orgullo que sea capaz de mostrar. ¿Que hay un deporte, el fútbol, que destaca más que el resto y que mueve más dinero y más multitudes? Cuestión de gustos y de preferencias, para ello existen los colores. Tal vez estas celebraciones de victorias -en las que yo me incluyo- sean algo desmedidas. Tal vez otros deportes pudiesen celebrarse igual cuando la victoria es de nuestro equipo o del deportistas de nuestro país. Eso si que no lo voy a discutir. Pero, simplemente es eso, aprendamos a diferenciar los deportes de otros temas en nuestro país. 
Considero que todas estas críticas sobre las personas que celebran estas victorias en vez de preocuparse por la crisis que asola nuestros país o en vez de ayudar, por ejemplo, a la recaudación de ayudas para la Comunidad Valenciana es desmedida, y por una parte también una pequeña falta de respeto. Cada uno tiene sus prioridades en la vida, y cada uno decide si echar primero el pie derecho o el izquierdo. Frases como "El fútbol no te paga el alquiler ni te da de comer", sobran. Porque realmente te da de comer y te paga el alquiler el salario que recibes por el trabajo que realizas, ya sea más o menos, ya te merezcas más o te sea suficiente el que recibes. Nos quejamos por el salario recibido por los jugadores profesionales, por esas primas tan polémicas que han recibido, al igual que otro equipo recibiría si llegase a esa final. Y decimos "Sale de nuestros bolsillos, no es justo". NO, no sale de nuestros bolsillos. Son beneficios que se obtienen debido a llevar a cabo esa competición. Es como si tú plantas un nogal, y al cabo de dos o tres años comes nueces. Beneficios. Y realmente no veo a la persona que te vendió las semillas o el nogal en la puerta de tu casa diciéndote "Eh, esos beneficios me los cobro yo porque fui yo quien te dio lo necesario para conseguirlos". Seamos coherentes, cada cual trabaja en lo que le gusta, en lo que sabe, o en lo que puede. Y un camarero no dice "Mi sueldo sale de mis clientes, voy a devolverle todo el dinero". Coherencia, joder. ¿Acaso nos quejamos de esos actores y actrices que por una película de hora y media cobran millones? No. Es más, por poner un ejemplo, el caso de Charlie Sheen, muy comentado por el tema de que por la serie de Dos hombres y medio pedía nosecuantos millones por cada capítulo. ¿Y qué decíamos nosotros? "Anda mira, qué gracioso, el tío pide más y más y se lo dan, ja, ja, ja". ¿Nos quejamos de esos cantantes que por cada concierto se embolsan miles o millones? No, es más, allá vamos nosotros a victorearles. Y después, si el resto quiere victorear a un equipo de fútbol, baloncesto, o de sabe dios lo qué, las críticas duran semanas. Coherencia, señores, solo se pide coherencia. 
¿Quieren mezclar política con deportes? Está bien, hablen de como el presidente del Gobierno Español estaba en un partido de fútbol en vez de estar en una zona afectada por el fuego, o preocupándose por la economía. Hablen de sus "líos europeos" como él dijo en la entrevista posterior. Pero hasta ahí es donde se puede mezclar una cosa con la otra.
Y sobre el fuego que ha acosado Valencia, veo muy bien que se pidan ayudas, pero no que se menosprecie a las personas que no tienen culpa de ello. Hay muchísimos incendios en España, sobre todo el en verano, y las ayudas siempre escasean por todos lados. Pero hay una cosa qué si que me indigna. ¿Cuantos tienen fincas o terrenos en zonas de bosque, que ni limpian ni las mantienen? Eso es un buen método, no para frenar los incendios, pero si para evitar que se propaguen tan rápidamente. Y no es una cuestión de gobierno, de bomberos, ni de nadie a quien se intente echar la culpa. Es de cada uno de los que, en un día de tiempo libre, se dicen "Me voy a tirar a la playa toda la tarde a coger un buen bronceado" en vez de decidirse a limpiar los bosques para que los incendios no sean tan devastadores. Faltan efectivos, faltan medios eficaces, y falta un poco de concienciación de la gente de a pie. Y yo lo noto en primera persona, cuando en mi familia se trata de mantener bien cuidados los terrenos de su propiedad, estén en donde estén, y así, los fuegos que amenazan la zona en donde vivo, al menos cada dos años, son más fáciles de extinguir y  se propagan mucho más lentamente. Quisiera yo saber en que ocupan su tiempo los que ahora mismo se quejan de la falta de ayudas para esta causa dentro de dos o tres semanas, cuando el fuego haya sido extinguido y nunca más vuelva a pasárseles por la cabeza que los habitantes de estas zonas, al igual que de muchas zonas por España entera, serán los que recuperen todo lo perdido, no con ayudas de nadie ni nada similar, sino con su esfuerzo en que esto no vuelva a pasar. 
Las cosas están jodidas, ya lo he dicho en el primer parágrafo, y para salir de esta crisis vamos a necesitar fuerza y ánimos, pero que estemos en crisis, no es un impedimento para que las personas que están a tu alrededor no puedan ser felices con lo que a ellas les haga estar así. No quitemos felicidad, que también es jodida de tener.


Y que seguramente nada de lo que he escrito vaya a ser leído, que quien lo lea a lo mejor no comparte estas ideas y decide expresarme las suyas desde el respeto y la libertad de expresión, o que todo lo que digo hoy cae en saco roto, pero aquí, solo hay una cosa clara: Si queremos un cambio, dejémonos de protestar y criticar, y empecemos a trabajar por ese cambio que queremos ver.

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