El Vozka negro se endulza con Trina de manzana.

Ast se siente segura entre sus brazos. Con él puede hacer tonterías, puede ser la niña pequeña que le gusta ser. Ama sus abrazos, los pequeños besos que le da, los momentos de calor a su lado. Espera ansiosa a que el aparezca para hacerla sonreir y suspirar de placer. Él empieza a no dejar corazón de Ast para nadie, poruqe se lo está ganando poco a poco. Y, aunque no siempre tenga sus besos, tiene su amor. Aunque no tenga su cuerpo en todo momento, Ast le lleva siempre en el pensamiento. A Ast le duele que él no sea completamente suyo, pero sabe que ella tiene la parte más importante de él, que él late por ella, y con eso los celos duelen un poco menos. Simplemente, cuando el la abraza, en su mente desaparece lo demás. Cuando sus manos tocan su cuerpo, ella no es capaz de pensar en nadie más. Cuando sus labios descienden hasta su rostro y se pegan en los de ella, su corazón late como con nadie. Ast le quiere, en sus momentos graciosos, cuando es un chulo irresistible, cuando la pica, cuando la hace reir, cuando él está mal y nada le hace sonreir, cuando se queda en silencio tocándola o mirándola, o cuando el muestra la parte secreta de su personalidad que solo le pertenece a ella.

Porque Ast ama el Vozka negro, su textura en los labios, su suave sabor, la marca oscura que deja en su boca, y, el Vozka se endulza con la Trina de manzana y con nada más. Porque Ast, esa mocosa tonta que solo sabe ser una niña pequeña y jugetona con él, le quiere tanto, tanto, que sabe que su corazón sin él, explotará.