espiral contagiosa y voraginosa del dolor.

- Porque te haces esto? Creo que tu misma sabes que no te lleva a ninguna parte.
- De que hablas?
- De todo joder, de todo. Has visto como estás?
- Pero de qué coño estás hablando? Estoy perfectamente bien, y lo sabes.
- No, si la sonrisa falsa está muy bien, bastante creíble.
- Déjame en paz, joder.
- No quiero, porque estoy viendo cómo te jodes la vida tu sola, poco a poco, y aún por encima te vas de feliz.
- Es que soy feliz!
- Tía, vete ya de tu mundo de fantasía, ostia ya.
- Que te den.
- Que no me da la gana! Eres una puta idiota. Dejas que todo el mundo juegue contigo. Vas detrás de él como una tonta, cuando sabes que él no dejará la vida que tiene para incluirte a ti en ella. Buscas una mierda de relación con alguien que ni te merece ni lo hará nunca. Eres tan estúpida que no te dejas ayudar por culpa de tu mierda orgullo. Para ya joder, para de aparentar que estás bien cuando se te nota a las leguas que estás de puta pena. Llora, o grita, haz algo, déjate de sonreír como un enano de jardín. No aguanto verte así, y lo sabes.
- Vete a la mierda, joder, asqueroso gilipollas.
- Si, lo seré, pero sabes que soy el único que te conoce de verdad. Y ahora te abrazaré fuerte y secaré esas lágrimas que están apareciendo, y me da igual que tu no quieras.