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lunes

Her friend Nyra.


Corrían las dos de la mañana cuando se levantó sobresaltada por un mal sueño que estaba teniendo. Sin saber cómo calmarse, cogió su teléfono móvil y escribió un mensaje, enviándolo, y volviendo a acostarse.
Barcelona, dos y cuarto de la madrugada.
Bip, Bip. El móvil sonaba en la mesilla. Nyra no iba a hacerle caso, pero, ya que la había despertado, podía mirarlo.
Sueño raro, rarísimo, mañana te cuento, a ver si le encuentras sentido, y a ver si no me olvida. Te quiero N.  Enviado por Ast a las 2:13.
Nyra sonrío para sus adentros, bloqueando el móvil y dejándolo otra vez en la mesilla, obligándose a acostar su cabeza en la almohada.
Santiago de Compostela, tres y media de la tarde.
Ast se conectó al Messenger y rápidamente la barrita naranja del aviso de mensajes comenzó a parpadear.
Nyra- Tonta, y el sms de ayer?
Ast- Calla tronca, que se me olvidó otra vez lo que había soñado!
Nyra- Eres un caso tía…
Otra tarde hablando con ella, cosas sin sentido, cosas serias, risas, tristezas… Se habían conocido hacía meses, tal vez casi llegaban al medio año desde que se había conocido, y los kilómetros entre ellas no fueron impedimento para que se contaran todo, para que se rieran y se entristecieran juntas. Ast era la mayor, pero sin embargo, la más infantil. Pese a su mayoría de edad recién estrenada casi, su mente era bastante infantil, como una niña pequeña que no quiere crecer. Y sin embargo Nyra, era la persona más madura que podías encontrar. En esas conversaciones entre ellas, podías encontrar las aventuras de Nyra, nada fáciles. Ast, simplemente, la admiraba por lo fuerte que era, y por lo bien que parecía afrontar los problemas, aunque le jodieran como una herida en carne viva. Para tener dieciséis años, había vivido mucho más que cualquier persona, y a Ast todavía le asombraba cuando conocía alguna cosa más sobre su amiga de tan lejos. Se había propuesto empezar a hablarle a su madre de Nyra, puesto que ellas dos habían hablado de verse en los fines de semana, viajando una a la ciudad de la otra, y viceversa, y, aunque a sus amigas ya les había hablado de ella, solo le faltaba su madre.
Ast- Bueno, tía, y hoy todo bien?
Nyra- Si yo te contara…
Ast- Coño, pues cuéntame, no?
Nyra- Venga…
Ast- Te quiero petarda.
[Simplemente… gracias. Por demostrarme que ni la edad ni la distancia influyen en tener a alguien ahí contigo. Porque hacía mucho que no encontraba a una persona con la cual poder hablar de todo sin que esa persona intente juzgar cada cosa que yo digo. Eres mucho tía, y nunca nadie podrá ser como tú. Because, Ast love her friend Nyra.]

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto!!! Besos

sandocan en bicicleta dijo...

es un tanto loco, pero no asi menos agradable, saber que uno puede hablar con un frances de 15 años, y un tailandes de 47. esas cosas que internet no permite.
muy lindo el blog, regresare por aqui para leerte.
un saludo en la lejania.

galmar dijo...

me gusta tu historia :) tiene muchas cosas buenas esta red en la que estamos :) sobre todo, porque nos acerca a las personas que queremos :) te sigo!! un biquiño muy grande :))

sgs dijo...

HOla!
La amistad. Esa luz en la oscuridad. Dicen que los buenos amigos se pueden contar con los dedos de la mano. Que gran verdad.
Estoy francamente feliz. Me alegra ver que el mundo tiene amigos así. Debe ser que he tenido la suerte de contar con ellos.
Que dure!

Besitos y te sigo ...

Friki Runner dijo...

Yo también te sigo y cuando tenga un rato, leeré tu blog de arriba a abajo ;) Me parece interesante.

Que tengas buena semana!

Un beso!!

Marina Palacios Lopez dijo...

Tengo una amiga en Zaragoza y me ha recordado mucho a ella. Es genial y horrible la distancia.