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domingo

Marcas en tu piel.

El rotulador permanente recorrió la piel con cuidado, como si fuera seda que no debía ser dañada. Realmente le gustaba marcar su cuerpo. Una estrella en un tobillo. Una huella de perro en la rodilla. Una nota musical en la cadera. Siempre lugares que los demás no pudieran descubrir a menos que ella les dejase. Sus misterios, les llamaba ella. Ante la imposibilidad de poder tatuar su piel con una de esas agujas llenas de memorias, descubrió que el rotulador ofrecía otras posibilidades. No duraría para siempre, las marcas siempre desaparecían, pero los dibujos primitivos se sucedían con otros más modernos. Nuevas marcas, nuevos diseños, nuevos lugares mágicos e invisibles al resto. Pero todavía nadie había descubierto ningún misterio. No obtenía las preguntas necesarias para responder su origen, y nadie se preocupaba de su piel pintarrajeada como una niña de cinco años que busca diversión o comprensión.

1 comentario:

la chica de los lacasitos dijo...

Yo también solía pintarme, pero era más original... y lo hacía en las manos, en clase... cuando me aburría, jsjsjs

Es hora de que descubran alguno de esos misterios... :)

:*

Je t'aime,!