domingo
No quiero dejar de pensar; quiero dejar de sentir.
No puedo cerrar el corazón como una puerta de una casa que no se usará más, el funciona como autónomo y no acata ordenes de nadie que no sea él mismo. El decide querer, y yo no puedo hacer más que sufrir. Que mi corazón no entiende que la gente no le quiere de la manera que él quiere, que los sentimientos son diferentes y provocan lágrimas amargas en mis ojos. Él encuentra a alguien, se le entrega en bandeja, y el resto lo deja a decisión de un jurado popular que de justicia no entienden ni las letras. Bombea amor por todos sus centímetros cuadrados, podría decirse que la sangre lleva impresa la huella de un sentimiento. Y duele, porque él quiere querer, pero el resto no quiere quererle.
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2 comentarios:
me encanta
"Que mi corazón no entiende que la gente no le quiere de la manera que él quiere"
es genial
muac.
El corazón va a su bola...
a veces no gusta.
Pero sus puertas se abren cuando menos lo necesitamos...
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