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sábado

Deja que se canse sobre el mar.

Si la ves pensaría que es una mujer invisible, porque apenas puedes verla. No tiene un aura que la rodea, ni siquiera la ropa holgada da la impresión de que exista algo más sobre ella. Porque ella es una mujer echa de ilusión y no de carne y piel. Ella regala la vida como quien regala un jersey de Navidad. Envuelve cada trocito en papel cebolla de colores, cada trozo en un color, con un lazo mal atado por las prisas de envolver. A veces los pone en una cesta adornada con lazos transparentes como ella, rizándolos con la tijera más fuerte que puede encontrar en el cajón de su habitación. Y cree que ha regalado el corazón entre alguno de sus múltiples paquetes de papel envuelto. Lo ha notado porque se siente más vacía, no tiene una melodía a la que seguir, no tiene sangre en el cuerpo y tiene los dedos azules y fríos, se siente como un muñeco inerte.

3 comentarios:

Spaski dijo...

Siempre se puede volver a recuperar el corazón, aunque cueste esfuerzo.
Saludos!

Mayra dijo...

¿Te gusta Aud?

la chica de los lacasitos dijo...

hay personas que regalan el corazón y se quedan vacías.
yo las admiro.
:)

y a tí te quiero mi fá.